Ya había
transcurrido aproximadamente una semana desde el comienzo de las clases y al
ser un colegio católico nos tocaba la misa de iniciación y bienvenida del nuevo
año escolar que acababa de comenzar.
Lo que se refería a mi todo estaba comenzando a marchar
mejor, estaba conforme con el curso que me había tocado, teníamos de todo tipo
de personas y eso me agradaba, eran todos muy alegres y buenos para la talla.
Nuestro profesor jefe, me parecía muy fascinante, era joven y estaba segura que
sería una persona a la cual podríamos confiar como curso, parecía muy consiente
de la vida y dispuesto a aconsejarnos a todos nosotros. Cuando estábamos en
clases que eran bastantes aburridas y a pesar de que hacia mi mayor esfuerzo
por estar atenta, siempre resultaba que me daba sueño y terminaba analizando a
mi curso. Me fascinaban las distintas personalidades de cada uno de ellos, lo
diferentes que eran y lo compatibles que éramos hasta el momento.
Hice mi mayor esfuerzo por poner atención a la misa que se
estaba realizando, pero estaba demasiado
aburrida según yo. A mi lado se encontraba Fernanda, una nueva e increíble
amiga que había hecho, comenzamos a hablar cuando ella se sentaba en el puesto
de adelante junto a su amiga, ella era una niña muy dulce y teníamos bastantes
cosas en común, nos gustaban ciertos cantantes y series. ¡Ambas “chequeábamos”
todo! La mire impaciente decidida a cortar su atención a la misa.
-Chequea que todos tienen caras divertidas cuando escuchan la
misa –le dije sonriendo mientras ella y yo nos volteábamos a dar una vista a las
divertidas caras de aburrimiento que sobretodos los mas grandes le ponían al
sacerdote.
-Chequea que el cura casi se cae –dijo entre risas, todos los
presentes nos tratamos de tapar la boca para no soltar grandes carcajadas-
-Chequea que esto es aburrido y siento el trasero cuadrado
–le dije señalando mi muslo-
-Chequen que se callan o las mandare a los puestos de
adelante –Nos susurro a ambas nuestro profesor jefe, nosotras nos miramos y
tratamos de contener las risas, debíamos dejar de chequear y tratar de
callarnos en lo que quedaba de la misa, pero en esos momentos dejar de chequear
las cosas nos parecía la cosa mas imposible que pudiese existir.
Los chequeos que realizaba con Fernanda nos trajeron
algo agradable, y una pisca de lo que cambiaría mi vida, suena algo exagerado
pero ya verán que tengo razón.
En aquella misa conocimos a Marianela y Ángeles, se
dijeron entre ellas que nosotras chequeábamos y luego todas comenzamos a hablar
, nos agregamos a Facebook atreves de Fernanda, ambas eran muy simpáticas y
amigas desde hace tiempo, parecían muy unidas, ambas pertenecían a uno de los
tantos primeros medios que habían en el colegio.
~*Mientras
escribo esto en nuestro lugar preferido, los patos nadan divertidamente con sus
alas sobre el agua, son muy cómicos, se hunden y se persiguen jugando sobre
ellos, me dan unas tremendas ganas de grabarlos, se amor que si estuvieses a mi
lado hubieses sonreído al ver como los animales juegan como nosotros lo
hacíamos*~
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