domingo, 8 de abril de 2012

Eras alguien que solía conocer parte 2



Lo único que no había cambiado en mi eran mis convicciones y la forma en que yo miraba la vida, además de mis sueños y locuras que deseaba realizar con toda mi alma, quería ser escritora y actriz, debo decírselos soy la mejor para actuar, aprendí a utilizar las emociones, aprendí a aparentar ante la gente y no ser sincera completamente con lo que me sucedía, no quería que nadie supiese mi realidad y como me sentía, siquiera yo sabía que realmente era lo que sentía, ya que con tanta apariencia que había tenido que mostrar siempre, de vez en cuando me sentaba a pensar y no sabia quien era y que era real o mentira en mis sentimientos.
Por esas razones no me sentía preparada para entrar a este colegio que cortaba absolutamente todo, refugiaba mucha de mis cosas en lo que escribía.
Tenia allá a una prima que siempre me contaba de como era el bendito colegio que hasta el nombre hacía que se me descompusiera el estomago. El mejor de la zona, el más exigente y disciplinado, además de tener a sus alumnos estudiando de cabeza y haciendo las malditas tareas estúpidas y convencionales de dinosaurio que por muchos años llevaban implementando a sus alumnos. ¡Diablos yo no quería eso!, ¡Yo quería crear, no memorizar y ser cuadrada! Debo admitirlo tenía miedo de que me quitara mi tiempo que yo implementaba a construir de poquito a poquito mis sueños.

Había llegado el maldito día, me levante temprano, de todas formas quería lucir bonita, hacerme  un peinado especial, colegio nuevo, amigos nuevos, gente nueva por conocer, nuevos profesores y la esperanza de encontrar el “amor”, siempre había deseado encontrar esa persona que fuera como los personajes de mis libros y poder vivir con el un amor así, deseaba encontrar un amor que se pareciera a los que había leído en el verano.
Una abrir y cerrar de ojos me estaba sacando unas cuantas fotografías para enviárselas a una amiga de España, ella me quería ver con el nuevo uniforme,  le había contado lo que este colegio implicaba y lo que le haría a mi vida, el poco tiempo con el que contaría para poder hablar con ella hasta tarde. Ella era una rubia hermosísima de ojos verdes que se quería dedicar a la música, tenia una voz realmente sorprendente y nos habíamos hecho amigas gracias a las historias que yo escribía y a pesar de la distancia nos convertimos en unas muy buenas amigas.

 Me observe al espejo, estaba conforme con lo que veía, ¡mi uniforme era horroroso! Parecía realmente una niñita buena de alta sociedad. Todos esos pensamientos se borraron cuando sentí el teléfono sonar, era  papá que me avisaba que el auto que me llevaría al nuevo colegio  me estaba esperando afuera de la villa. Tome mi mochila,  arregle mi   pelo y salí con mi mejor sonrisa, él ya tenía todas las instrucciones de donde debía dirigirse, mi padre las había dado la noche anterior. La primera parada fue en casa de unas de mis grandes amigas, las conocía desde segundo básico  y éramos  grandes amigas después de tantos años, agradecía que entraran al mismo colegio que yo.
Cuando el taxi se detuvo frente a la impresionante fachada del colegio, fue recién cuando reaccione, fui la primera en bajar, el corazón se me aceleró, no sabía que me esperaría en este nuevo reciento, en el colegio anterior, tenia todo dominado, había pasado nueve años en el y con mi personalidad había hecho absolutamente de todo en aquel colegio, era pequeño y simple, los profesores eran un amor de persona y todo éramos como una gran familia…pero esto, era tan grande, petulante, desbordaba su fachada en grandiosidad, era bonita, tenia vidrios por todos lados, un gran cartel nos recibía diciendo las cínicas y frías palabras de siempre, que hacen creer a las personas que el colegio era familiar. Hice un sonido de desagrado al terminar de leer el patético cartel.
Con mis amigas con paso firme y algo asustadizo entramos a lo que nos parecía realmente enorme, en comparación a nuestro antiguo y amado colegio, este era un monstro en magnitud. Había tanta gente que me sentí abrumada, muchas chicas bonitas y que parecían presumidas, los típicos chicos codiciados y plásticos.
Mientras me dedicaba a observar y criticar muchas de las cosas que veía, pegue un grito al ver a mis conocidos del antiguo colegio, varios de ellos habían quedado en el instituto. Corrí a saludarlos, estaba emocionada y esta llego al límite cuando observe a mi antiguo amor de niña, estaba realmente guapo  con el uniforme perfecto, se encontraba al lado de Romina. Ella era una de mis grandes amigas y lo mejor es que sabía mi tan apreciado secreto: ser escritora de novelas romanticas-hot, anónima. Se lo había contado cuando descubrí que ella también escriba, no lo hacía tan profesionalmente y se sorprendió cuando se entero que era yo porque era muy conocida hacía ese entonces, llevaba casi un año escribiendo.

La abrace con fuerzas y todos juntos nos dirigimos hacia las listas que estaban pegadas en las pizarras, necesitábamos saber en que cursos habíamos quedado. Sentí emoción mientras mi dedo bajaba atreves de los nombres, había quedado con varios amigos y los otros conocidos, pero desgraciadamente con Romina no. Sentí lastima, pero aun así sabía que seriamos siendo amigas y que nos podríamos juntar en los recreos. Sonó el timbre y un escalofrió me recorrió por completo, el pulso del corazón se me acelero, creo que algo presentí.

Julieth

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